Cristobal del Solar

Dos o más sujetos intentan generar un vínculo y compartir sus cualidades afectivas a través de nuevas plataformas virtuales en las que el cuerpo suele tomar un rol protagónico. Es en este espacio donde “se construye cuerpo” que reconoceremos síntomas que describen ciertas carencias presentes en el hombre peruano contemporáneo. Pero a pesar de esto, y el contexto de una generación que ve sus sentimientos aplastados en una pantalla, intentan recuperar su corporalidad. Recuperar las palabras que les son propias.
Cristobal del Solar
Para adentrarme en la relación ”Sujeto-Fotografía / Cuerpo-Selfie" , utilizaré como
herramienta dos conceptos. En primer lugar el planteado en el texto de Paul B.
Preciado, “Manifiesto Contrasexual” publicado en el año 2000, trasladando su
análisis del dildo como tecnología sexual al ámbito fotográfico.
"El género no es simplemente performativo (es decir, un efecto de las prácticas
culturales lingüístico-discursivas) como habría querido Judith Butler. El género es
ante todo prostético, es decir, no se da sino en la materialidad de los cuerpos. Es
puramente construido y al mismo tiempo enteramente orgánico. Escapa a las falsas dicotomías metafísicas entre el cuerpo y el alma, la forma y la materia. El género se parece al dildo. Porque los dos pasan de la imitación. Su plasticidad carnal desestabiliza la distinción entre lo imitado y el imitador, entre la verdad y la
representación de la verdad, entre la referencia y el referente, entre la naturaleza y el artificio, entre los órganos sexuales y las prácticas del sexo. El género podría
resultar una tecnología sofisticada que fabrica cuerpos sexuales."- (Paul B.Preciado
– Manifiesto Contrasexual , 2000)
Lo que Paul B. Preciado hace en su texto es un análisis fenomenológico del papel
de los consoladores en nuestra vida sexual, cuya tesis, es que el dildo no es una
copia del pene, sino que el pene es una copia del dildo. Con esto (el hecho que sea
una copia) se refiere a que hay una construcción de cierto lugar erógeno que
hacemos del pene que no necesariamente tiene que ver con su naturaleza. El pene
es una de las figuras posibles de una tecnología sexual, entre otras (Lenguaje,
escritura, política), pero figura central de su estudio ya que para Preciado vivimos en
una sociedad claramente falocéntrica.
Para entender la producción entre la relación cuerpo-selfie, se piensa La selfie
como prótesis, como dilo. Por esto se podría entender que crea cuerpos sexuales.
Ideales de sexualidad que son alcanzables solo por la naturaleza plástica y material
de la imagen. Como objeto material ajeno al cuerpo pero que al representarlo le
otorga materialidad. Al mismo tiempo las características de los nuevos dispositivos
fotográficos a nuestra disposición le otorgan una cualidad caleidoscópica, capaz de
reconocer partes del mismo antes inalcanzables, y representar un mapa bastante
amplio de lo que un cuerpo es o puede ser.
La selfie cumple, así como una condensación del cuerpo capaz de viajar grandes
distancias y multiplicarse infinitas veces. Al ser la imagen una representación, una
prótesis en pos de la realidad, machacada y moldeable, podemos entenderla como
un lenguaje que además debe ser interpretado. Es decir, Al ver o recibir una
imagen, tú estás aceptando (como receptor) de antemano las condiciones
ontológicas que la imagen requiere para ser entendida. Por ejemplo: Es una
prótesis, representa algo que no está presente.
Esto es interesante, porque le otorga a la imagen una cualidad que antes
W.Burroghs le otorgó al lenguaje, en su libro “La Revolución Electrónica”.
"El lenguaje es un virus» que en tanto tal no ha sido creado por el hombre, sino que
lo ha invadido y vive en él como un parásito; y es un virus —y no una bacteria u otro
organismo— porque es algo no viviente que al introducirse en un ser vivo usurpa las
características de la vida; puede reproducir sus cadenas informativas dentro del
organismo y luego infectar a otros (mediante un proceso que los lingüistas llaman
«adquisición del lenguaje"- (W.Burroghs, La Revolución Electrónica ,1970)
De la misma manera, podríamos decir, que toda imagen requiere de una previa
"adquisición de la imagen" ciertos parámetros que hay que entender de antemano
para poder dar cuerpo a lo representado, esta construcción es lo que podríamos
llamar "virus-imagen". Para entender esto se debe primero entender la imagen,
precisamente la fotografía, como un tipo de escritura, una escritura del cuerpo que
es capaz de crear cuerpos sexuales y se manifiesta como virus palabra en tanto
reproduce sus cadenas informativas.
Según las relaciones establecidas previamente, podríamos manifestar que así
como para Preciado el dildo antecede al pene, o para Burroughs la escritura al
habla, la selfie antecede al cuerpo. Es decir, La selfie es al cuerpo, como el dildo al
pene y la escritura al habla.
Entonces,¿Cuál sería el alcance de la fotografía como tecnología sexual para
ampliar o limitar nuestras capacidades constitutivas?
Este proyecto analiza: la masculinidad, sus cualidades constitutivas y reconstructivas
desde el análisis dela subcultura pornografía-amateur contemporánea (post-pornográfica)
, y el espacio intimo que generan con sus espectadores activos. Para esto se tendrá en
cuenta que constituye en la actualidad el “ser” masculino desde una mirada en principio
superficial y siempre subjetiva. Donde se tratará de construir un cuerpo peruano
fragmentado, adolescente o directamente negado; pero que no deja de estar en la
búsqueda de ejercer su poder afectivo, uno que ahora pierde la materialidad (se
convierte a cuerpo-codigo) para luego multiplicarse y tele-transportarse las veces y
distancias que así le sean requeridas.
El proyecto se enfocará en el sujeto masculino o la masculinidad limeña (entendida como una figura polisémica y cambiante) representada desde el espacio íntimo que se genera en la sub-cultura pornográfica amateur. Más específicamente me centraré en los portales que ofrecen la posibilidad de realizar livestreams desde Lima a todo el mundo. Son “www.chaturbate.com” y “www.cam4.com”. El fin de estas plataformas es en origen satisfacer una pulsión sexual, pero por momentos devienen en una serie de motivos y sentimientos de distinta naturaleza; una vinculada a las necesidades afectivas que genera el cuerpo. Y cómo estás, en respuesta a la ausencia de tal, se trasladan a un “envase/imagen’” que viaja como código y al de-codificarse en nuestras pantallas, nos acompaña.
Se negara el cuerpo físico reconocible para dar paso a otro tipo de cuerpos, unos que según lo que he podido apreciar van condicionados por la autocensura, el miedo y la negación.